Una carta astrológica, o más específicamente una carta natal, es una representación simbólica de la posición de los planetas, el sol y la luna al momento del nacimiento de una persona.
Cada planeta ocupa un signo zodiacal en particular en un momento dado y la interpretación de esta colocación es la que proporciona a los astrólogos información acerca de la personalidad y el comportamiento de una persona. Debido a que una carta astrológica está basada en hechos como la posición actual en el cielo (relativo a la tierra) de los cuerpos celestes en un determinado momento, se trata más de un esfuerzo astronómico que astrológico.
Por tanto, los datos necesarios para hacer una Carta Natal son:
- Fecha y hora de nacimiento con la mayor aproximación posible
- Lugar geográfico de nacimiento (pueblo o ciudad)
Antes de que existiesen los ordenadores todas las Cartas se tenían que dibujar laboriosamente a partir de los datos de las efemérides. Hoy día, es natural que nos aprovechemos de la potencia de los ordenadores para calcular, obtener e imprimir una Carta.
La carta natal es la forma en que venimos al mundo. Es exactamente el mapa del cielo de nuestro nacimiento. A lo largo de la vida aprenderemos a manejar todas estas energías, tendencias o impulsos. Explotaremos unas potencialidades mientras que otras permanecerán ocultas; seremos educados, moldeados e influenciados por la sociedad, por la familia y por el entorno, todo ello sin dejar de lado las características genéticas heredadas por cada individuo, la memoria histórica y un largo etcétera.
Influye también la capacidad de cada uno para reconocer todo lo mencionado no solo en sí mismo sino también en los demás. A veces nos identificamos con otros o sintonizamos con ellos. Otras veces los rechazamos sin considerar la posibilidad de que lo que percibimos en ellos forme parte de nosotros mismos.