El Shiatsu es un masaje con características diferentes y únicas, y cuyos efectos terapéuticos reflejan una mejora a nivel anímico, físico y energético. ¿Pero dónde se originó?
Fue desarrollado en Japón, pero sus raíces están íntimamente relacionadas con la teoría de la Medicina Tradicional China. La definición de Shiatsu proviene de la combinación de los términos japoneses «Shi», que significa dedo y «Atsu», que significa presión. Este hecho se produjo a finales del siglo XIX, cuando Japón pasó de ser una sociedad feudal a ser una sociedad occidental y consumista. El cambio transformó algunas costumbres y hábitos que los japoneses tenían bien asentados, como la alimentación y el trabajo.
La terapia Shiatsu consiste en realizar principalmente presión digital sobre el paciente en un 80% de las aplicaciones, en el 20% restante se realizan estiramientos y manipulaciones articulares.
Para la práctica del Shiatsu se requiere una estancia tranquila, cálida y ventilada. El paciente deberá llevar ropa cómoda y holgada, evitando todo aquello que le oprima, así como cadenas, relojes, pulseras y objetos diversos que dificulten las manipulaciones.
La presión de Shiatsu se considera como tal si es aplicada siguiendo tres pasos:
- Realizar una presión sostenida. Para ello, el terapeuta adopta la posición de gateo (si el masaje se realiza a nivel del suelo), que consiste en apoyar las rodillas en el suelo y las manos sobre el paciente, repartiendo adecuadamente el peso de su cuerpo sobre estos cuatro apoyos.
- Ejercer una presión perpendicular. Si tenemos en cuenta que el cuerpo humano no es plano, el terapeuta deberá de buscar el ángulo de presión adecuado para conseguir dicha perpendicularidad.
- Utilizar una presión uniforme y continua. Hay que mantener el mismo grado de presión durante un periodo mínimo de tres segundos.
El shiatsu se trabaja en un ambiente y de mucho respeto y confianza; ya que a través de ella se busca conseguir relajación, meditación y un masaje integrando lo físico, lo mental, lo emocional y lo energético. La duración total de la sesión es de aproximadamente una hora, y al final se suele hacer un pequeño descanso para reposar y hacer una primera integración del trabajo realizado.
El Shiatsu se inspira en la sabiduría tradicional: “Vivir en armonía con la Naturaleza”. Vinculado a la medicina natural, el Shiatsu refuerza el sistema inmunitario, equilibra el sistema nervioso autónomo, mejora el metabolismo, aumenta el rendimiento físico e intelectual, eleva el tono vital, proporciona bienestar físico y emocional, despierto la conciencia del cuerpo y responsabiliza sobre la propia salud, entre muchos otros beneficios.
El Shiatsu se apoya en la teoría de que el cuerpo humano tiene la capacidad de curarse a sí mismo siguiendo las leyes fisiológicas del cuerpo. La finalidad de la terapia consiste en estimular esta capacidad auto curativa contenida en todo organismo vivo.