Las personas usamos las manos para sanar. Cuando nos damos un golpe, automáticamente las ponemos sobre la zona dañada para calmar el dolor. Con ellas también expresamos cariño con una caricia o un abrazo. Pasar energía con el toque es algo que va unido a nuestra genética.
Todos hemos sentido alguna vez que según con quien estemos percibimos una sensación e incluso un determinado estado de ánimo en nuestro cuerpo. Esto pasa por el intercambio energético que pasa cuando dos o más personas nos encontramos.
La energía existe, y todos podemos sentirla y transmitirla.
Hay personas que, por su forma de ser, carácter, personalidad, dan más energía a los demás de la que reciben. Poder estar con estas personas tiene un efecto muy positivo, anima, nos hace sentir bien. Son personas cargadas de energía.
Energía de las manos:
Las manos tienen poder, no sólo físico sino también energético. Una mano enseñada es muy fuerte, pero, si se le añade la energía, el poder aumenta considerablemente.
Desde el punto de vista energético, la salud es unión y equilibrio entre la energía física, la mental y la espiritual. Cuando esa unión se rompe, hablamos de enfermedad, que es el desequilibrio producido por un bloqueo en algún área que forman nuestros tres cuerpos. Así la curación es la recuperación de ese equilibrio formado.
Así como podemos utilizar la fuerza muscular de las manos, de la misma manera podemos usar la energía. En los antiguos templos taoístas se menciona que se puede inclusive luchar con la energía de las manos a distancia.
Para efectos curativos, la imposición de manos ha sido considerado como milagroso, sin embargo, es un poder que todos poseemos y que se puede ir incrementando con su práctica diaria. Esto se conoce como Chi Kung manos de luz.
No es fácil restituir el equilibrio en otros cuando nosotros mismos no somos armónicos; debemos conocer nuestras limitaciones, y estar abiertos y ser sensibles para que la energía fluya a través de nosotros.
Muchas religiones han utilizado la imposición de manos para la transmisión de un poder espiritual relacionado con Dios.
Muchas personas no creyentes usan el poder de curación a través de las manos con éxito. Lo que evidencia que no se trata de creencias, sino de pruebas personales que todos podemos hacer. Todas estas prácticas se realizan en esta de meditación, relajación, activando puntos energéticos, o los chakras.
La imposición de manos ha existido siempre, desde las protectoras manos maternas, hasta ponernos las manos en las zonas del cuerpo donde sentimos dolor. Hay otros métodos de utilizar el poder de las manos, Reiki, poder mental, Activación de chakras, Chi Kung, etc.
Y no todos tenemos la misma fuerza ni técnica, lo que afecta a los resultados. Todos tenemos diferentes cualidades y poder, igual que hay personas que tienen las manos calientes y otras las tienen frías.
Las primeras, tienen más posibilidad de tener poder sanador. Aunque personas con manos frías, consiguen calentar sus manos al realizar estas prácticas, igual que puede pasar que conserven sus manos frías y mantengan un buen poder de curación.
Casi todo es factible de curarse con las manos, desde enfermedades leves hasta graves y crónicas, físicas, mentales o espirituales.
Todo depende de que la enfermedad o molestia reaccione a la energía que le proporcionemos. Pasa igual que con cualquier medicina, ningún medicamento actúa igual en todos los que lo toman. Con el poder de las manos todo depende de la potencia que empleemos y de la enfermedad que tratemos, también importa la clase de enfermedad, la antigüedad o cronicidad de la misma.
Debemos desarrollar poco a poco nuestros poderes mentales y espirituales, apartando supersticiones, y creencias, solo debemos notar, que la vida es solo una experiencia.
Cómo curar con la energía de las manos:
Cuando queramos curar con la energía de las manos, hemos de tener presente como está nuestra energía:
Debemos conocer el campo energético, que rodea nuestro cuerpo y que está formado por diferentes capas de vibraciones, cada una relacionada con uno de los siete chacras. Si alguno de estos chacras se desequilibra, el resultado será una determinada enfermedad, que será más grave cuanto mayor sea la desarmonización.
Creamos en él o no, lo hayamos visto o no, todos tenemos un campo electromagnético que envuelve nuestro cuerpo y que es responsable de como nuestro cuerpo físico se siente y se encuentra.
En una persona sana los chacras giran rítmicamente tomando energía del campo energético y transmitiéndola hacia el interior del cuerpo a fin de que este la use. Cuando hay desequilibrio, los chacras no giran con el mismo ritmo y se desintonizan. Habitualmente, se pueden ver los chacras con alteraciones, que corresponderán con las dolencias que tenga la persona en ese momento.
El conocimiento de nuestra sensibilidad, el perfeccionamiento de nuestros canales curativos, no es magia, es una facultad que podemos mejorar con la práctica.
La naturaleza es la que nos proporciona la energía a todos. Esta nunca se acaba, es ilimitada. Igual que cogemos fuerza cuando comemos, y cuando descansamos, nos recuperamos, también podemos recargar nuestra energía solo con imaginarnos que esta nos entra en forma de un chorro de luz directo que nos recarga, también la luz del sol, un paseo al aire libre, la conexión directa con la naturaleza, son otras formas de recargarnos.
Tenemos que recordar que el Reiki explica que cuando la energía se estanca, se produce una enfermedad. La imposición de las manos en esa zona, ayuda a disolver ese bloqueo, devolviendo el equilibrio a nuestro cuerpo.